Este invierno la pieza estrella es el vestido, en multitud de modalidades: en su versión más formal con caída hasta el suelo, en modo cóctel, palabra de honor con elaborados encajes y espaldas al aire e incluso con detalles en tul que miman al máximo cada prenda. La falda lápiz se impone también esta temporada con dibujos estrellados, solo apta para las amantes de las curvas o con volantes para las que se atrevan con los volúmenes.
El negro será el color por excelencia que recorrerá las calles este invierno, un imprescindible en el armario de cualquier mujer y mágico para las noches que están por llegar.